miércoles, 22 de diciembre de 2010

Primeros dias en Cancun

















sábado, 11 de diciembre de 2010

Mi familia americana

Busco y rebusco entre foto y foto cualquier ínfimo detalle. No quiero perderme nada de lo que fueron, hicieron o dijeron mis antepasados. Mi tía Maria, mientras, se esfuerza e insiste en lo importante que es saber de dónde venimos.

- Y ésta es la tita Carmen, la primera de la familia que vino a América... - y pasando las páginas con mucho cuidado de no romper ningún recuerdo, como si de láminas de Da Vinci se tratasen. Para nosotras era aún mas.

Es curioso cómo puede cambiar el curso de la vida de muchas personas por una decisión que alguien tome en un momento determinado. Es curioso que mi primo no sepa mi mismo idioma, que mi tía tenga una casa en New Jersey, a miles de kilómetros de la familia, porque una mujer decidiera viajar a América para hacer compañía a su hermana hace 70 años. Es curioso porque somos tan diferentes y a la vez compartimos un pasado, una historia con tantas cosas que contar... Y entre cuento y cuento miro el inmenso árbol de Navidad, su moqueta extendida por toda la casa, la pizza en el micro y el fútbol americano en la televisión. Aunque Maria me confiesa que continua cocinando huevos fritos con patatas como hacía su madre... Y su carácter cariñoso y cercano, afable, dulce y alegre pasea por su casa portando el espíritu de quien la trajo a este mundo. Con orgullo y admiración. María. No podía llamarse de otra forma.

lunes, 6 de diciembre de 2010

LA CIUDAD QUE NUNCA DUERME PERO TAMPOCO DESPIERTA

New York, la ciudad de Frank Sinatra y de la estatua de la Libertad, la ciudad de las compras y la Navidad, la ciudad multicultural, sede central de Naciones Unidas. La ciudad de las oportunidades, de los rascacielos, del jazz, del expresionismo abstracto y del atentado de las torres gemelas. Quien se atreviera a decir que este lugar no tiene encanto...

Con un Empire State erguido y vigilante, alto como nada mas alrededor, parece que casi rozas el cielo si subes a su piso numero 86; con un World Trade Center desolado, decapitado, sin las dos torres, conservando un pedacito de lo que fue su vida; con una estatua de la libertad proclamando su titulo a los cuatro vientos, preparada siempre para estar presente y presentable ante cada par de ojos que la arrasan, curiosos, con la mirada; con el mitico toro de Wall Street, amuleto (o eso dicen) del Dow Jones. New York de dia es precioso, es una ciudad por la que hay que pasar, al menos y como mucho, una vez en la vida.

Y cuando el sol desaparece es aun mejor. Rascacielos iluminados, ruido, ruido y mas ruido. Gente. Algo siempre esta pasando. Tan solo con sentarte en un banco y mirar te diviertes. Y en Navidad... el arbol mas atrae la atencion de todo el mundo. No es porque es el mas grande, ni el mas iuminado, ni el mas bonito o mas verde, es que es magia... y es la gente que cree esto quienes lo hacen ser especial.



Parte mala? la de siempre. Es perfectamente viable que 200 metros mas adelante te encuentres un vagabundo recogiendo colillas del suelo, perfectamente viable que al lado de una limusina haya gente que se este muriendo de hambre, que existan casas y hoteles con habitaciones vacias y vagabudos pidiendo en el metro... es un contraste, para mi, muy dificil de entender. Y pasa en todas partes.

sábado, 4 de diciembre de 2010

JIM THORPE

La tumba de Jim Thorpe, doble oro olimpico
 en las Olimpiadas de Suecia.
Jimmy el torpe: así he bautizado a este pequeño pueblo de Pennsylvania. Su nombre lo debe al medallista olímpico Jim Thorpe, quien dedicó su vida al mundo del deporte después de haber sufrido una infancia dura: la muerte de su hermano gemelo, de su madre... Refugió todos sus miedos, sus angustias, su pena, su rabia... En un campo de atletismo y terminó siendo medalla de oro de pentatlón y decatlón en Suecia 1912. Se dedicó también a jugar al béisbol, al fútbol americano y al baloncesto, deportes de los cuales se lucró, motivo por el que mas tarde le quitarían esas medallas de las manos. Los últimos años de su vida los dedicó a beber, a las mujeres y al juego. Cuando murió, su esposa vendió sus derechos a este pueblo, quien ostenta su nombre y guarda su tumba, quien le construyó un monumento e hizo de su historia una leyenda. El deportista nunca visitó esta aldea en vida.

La calle principal de la aldea rociada
 por copos de nieve.
El pueblo es una caricatura del arte victoriano. Tiene muchos rasgos londinenses: su torre del reloj, la forma de los edificios, las tiendas, las calles... Y la parte mas importante de este curioso lugar es su ferrocarril. Es el motivo que lo ha mantenido vivo desde siempre. Asa Packer (según los aldeanos) fue el inventor del ferrocarril moderno y aun conservan la mansión que el empresario se construyó en mitad del pueblo.
Mansion de Asa Packer, inventor del ferrocarril moderno.

Un lugar coqueto, con historias que contar y, en esta época, con mucho espíritu navideño. A media mañana el coro se ha puesto a cantar villancicos en mitad de la plaza principal mientras Santa Claus esperaba a todos los niños del pueblo para escuchar sus peticiones. Y hoy, encima, ha nevado.