martes, 25 de enero de 2011

ATLANTIC CITY

Lo primero que vi nada mas llegar a Atlantic City fue la playa. Es la primera vez que piso una capa de nieve sobre la arena de la playa, que veo el mar a la par que hago un munneco de nieve. Una sensacion indescriptible, extranna.

Lo segundo que vi -raro que no fuera lo primero- fue la cantidad de casinos, hoteles y edificios dedicados al juego y al placer. Una ciudad, tal como Las Vegas, creada como lugar de ocio de la costa este de los Estados Unidos. No tiene ni un apice de interes historico o cultural, deportivo o sanitario. Solo es juego, alcohol, drogas y sexo.

Los casinos son inmensas salas llenas de cientos de almas codiciosas esperando la buena fortuna. Mucha esperanza para tan poca oportunidad. Por lo general pierden, pero no porque no ganen sino porque no saben cuando retirarse.


El Tropicana es uno de los casinos mas famosos -el mas grande- de Atlantic City. Alli fue donde jugue y donde perdi por no saber cuando retirarme. Es uno de los inconvenientes del cual saben bien aprovecharse los propietarios de estas empresas.

Y como en todo lugar siempre hay un barrio pobre. A dos calles de todos esos hoteles de lujo con casinos y centros comerciales dentro, de las limusinas esperando en la puerta, de las modelos dando la bienvenida, tan solo a dos calles puedes ver el pequenno comercio acompannado de bloque de pisos a punto de derrumbarse, de coches viejos, basura, mucha basura y de gente necesitada. Dicen que para que exista la parte buena tiene que haber parte mala. Yo no creo en esa mierda de balanza que te intenta autoconvencer de que es incluso justo que exista pobreza para que haya riqueza.

1 comentario:

  1. Es verdad que se parece a Las Vegas, es fantastico, curioso y estrabagante. Nieve en la playa, un contraste de lujo.¡Cuantas cosas estan viendo¡ Aprovechate de la vida y ella te correspondera. Por aqui se te echa mucho de menos. Ya han disfrutado mucho los americanos de ti y ahora ¡nos toca a nosotros¡

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