NUEVAS GENERACIONES

Estoy en Washington, a una hora y media de Knoxville, donde resido en estos momentos. Con la excusa de ver a una amiga he descubierto muchas mas cosas de las crei poder descubrir sin visitas a museos, monumentos o la propia Casa Blanca. He ido a un lugar mucho mas enriquecedor que todo eso: un instituto. He podido caminar por los pasillos inundados de taquillas, ver sus clases e incluso asistir a una de ellas. El profesor explica a los padres lo que haria en una clase con sus hijos para asi convencer a su publico que ese instituto es la mejor opcion para que al anno siguiente pueda pagar una millonada y asi matricular a sus polluelos.

La primera clase a la que asisto es Leadership. Es una leccion de confianza en ti mismo, de saber quien eres y lo que quieres en la vida. No se que hay que estudiar para ser profesor de esta asignatura pero la verdad es que pude escuchar un discurso arrollador, una oratoria exquisita. Pero nada de contenido. Fotografias, juegos, chistes y una charla en la que nombraba la palabra libertad unas diez veces. Muy comercial.

Las famosas taquillas de los pasillos del instituto americano.

La segunda clase: informatica. La profesora muestra a los padres un ejemplo de ejercicio que harian sus hijos en poco menos de diez minutos y les despide con sequedad. Ciencias=seriedad. Buen punto.

La tercera clase es latin: todo fotografias sobre Grecia... Donde queda Roma? Y el unico tema de conversacion, perdon, de charla, es el super viaje que haran sus hijos si se apuntan a esa asignatura.

En todas las clases hay dos de los alumnos que actualmente estan estudiando en el instituto que sirven de apoyo y comentan las grandes y espectaculares experiencias de las que, gracias al insituto, han podido enriquecerse. Yo me preguntaba si no recibian un sueldo por ello.

Los ejercicios que hace pocos annos haciamos en los cuadernillos ahora se hacen por internet y he podido presenciar a una ninna de siete annos manejar el teclado mucho, pero mucho mejor que yo. Yo con siete annos no sabia ni que era un ordenador. Ahora es esencial para hacer los deberes.

En resumen, no veo yo un horizonte esperanzador para las futuras generaciones. Espero equivocarme.